En uno de nuestros posts de principios de ese año, sobre tipología de los perfiles de las compañías en el siglo XXI, y ya señalamos la presencia del perfil knowmad, que es una combinación de dos factores: conocimiento e innovación. El knowmad es un empleado con una formación excelente, especialista en su área y con pasión por lo que hace. Sus motivaciones y aspiraciones difieren de los antiguos trabajadores, no buscan trabajos indefinidos y se miden en resultados.

Esta tipología de perfil según Ralp Blom (director de Programa en el Centro de Gestión de Baa) es vital para hacer frente a la Sociedad 3.0.

A día de hoy, es un reto inequívoco gestionar el conocimiento en las compañías. Nos preguntamos ¿qué hay en las mentes de nuestros empleados? Pero aquí  no nos referimos tanto a los propios conocimientos técnicos específicos que están al alcance a través de cualquiera con  medios 2.0, sino que vamos más allá, de esas ideas, de la visión global, del potencial, de los conocimientos de valor añadido que realizan nuestros equipos. En este sentido hay que dar un siguiente paso, pasar de una economía del conocimiento a lo que es la Sociedad 3.0, donde está la gamificación, las comunidades, entre otras muchas cuestiones.

La aceleración del cambio tecnológico influye a todos los niveles: gestión,  cambios sociales, etc. y a esto se une también la globalización, que hace que nos preguntemos “¿qué hacer con nuestros amplios conocimientos?”.  Aquí es donde entra en juego la innovación, los colaboradores de la sociedad 3.0 son más propensos a hacer una puesta en marcha, de redes y la creación de nuevas configuraciones sociales, a compartir, a “experienciar con otros”.  Y aquí entran los knowmad; trabajadores que, a través del conocimiento, son activos por elección y están inmersos en la revolución digital. Todo les motiva por el crecimiento y los resultados, se renuevan y reciclan continuamente.

¿Qué habilidades son necesarias en una sociedad 3.0?

Diferentes generaciones están y trabajan juntas, pero siempre ha sido así. Debemos potenciar el modelo de co-crear juntos. Los knowmads están muy comprometidos, son creativos, innovadores, colaboradores y altamente motivados. Se adaptan rápidamente a nuevas situaciones y contextualizan las ideas según las situaciones.

De este modo, desde el mundo académico y en conjunto con el mundo profesional y de las empresas, deberíamos trabajar para averiguar cómo podemos aprender y potenciar habilidades como  la motivación, la orientación creativa, la sociabilidad, la adaptación y  el interés por mantenerse al día en las tecnologías.

A día de hoy, todos nosotros tenemos que aprender a compartir, sin limitación geográfica. Tenemos que crear huellas globales, ir más allá de las pequeñas comunidades y aprender cómo involucrar a las personas.

Desde nuestra perspectiva es necesario un cambio de mentalidad cultural, tenemos que empezar a pensar que el aprendizaje está en todas partes, siempre y naturalmente.

La innovación no vendrá del software y las nuevas tecnologías. Se trata de mindware: está  en nuestra imaginación, nuestra creatividad y nuestra inspiración.